lunes, 6 de noviembre de 2006

BAJO LA GRACIA DE JEFF BUCKLEY

Hoy es un día como otro cualquiera, y mientras paseo la mirada por el grisáceo cielo de esta tarde de noviembre, lluviosa y fría, me viene al recuerdo la música que Buckley nos legó en su corta e intensa existencia, una obra innovadora, conmovedora, una suerte de poética sonora imposible de catalogar si no es a través de la magia de los sentidos.
Con Grace me acompaño cuando la crudeza de la realidad produce ese estado letárgico de abandono que nos permite sobrevivir; cuando la aceptación del horror me provoca náuseas; cuando la impudicia se anuncia a bombo y platillo; cuando en un día de noviembre, lluvioso y frío, no encuentro a nadie.
Quiero pensar, sentir, devorar notas. Lanzarlas al aire para que se entremezclen con la maraña dorada que otros muchos tejieron para mí.

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