sábado, 26 de abril de 2008

DOS INSTANTES

A la deriva

Nadie apareció, sólo yo estuve a su lado tragándome el dolor de verlo morir lentamente, cuando el cáncer colonizó ese territorio calmo y hospitalario que era su cuerpo. Nadie, ni amigos ni familia, los que ahora deslucen la despedida con la flor de la soberbia. No he podido acercarme, decirle al oído lo que yo vi, implorar su vuelta pronto aunque sea bajo la faz del mismísimo diablo, arrullarlo con mis canciones y arroparlo para cuando baje a dormir en las profundidades de la tierra.


Todo terminó, caminaré despacio con las manos vacías, respirando el aire fresco de esta mañana de otoño, de vuelta a mi casa.

Alondra en vuelo

Abrió la piel a la humedad de la noche, inquieta, ávida de roces, pero mantuvo la compostura ante él, apostado en su asiento con una mano al volante y la otra sujeta a la palanca de cambio. De vez en cuando dirigía los ojos a la figura borrosa que se dibujaba en el retrovisor. Ambos sabían de tragedias tejidas con el hilo invisible, con la piel no deseada. Una parada y el protocolario intercambio de intereses, dinero por trayecto, quince euros la carrera, miserables monedas pagadas para volver al reducto que enturbia el tiempo, las horas.

16 comentarios:

Carlos Paredes Leví dijo...

Usted se ha empeñado en que su blog sea un territorio colonizado por literatura de altura....y sin duda lo consigue con creces...

Un saludo, Maestra.

Isabel chiara dijo...

Vuelve a abrumarme

Saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

aburrirle ?

Isabel chiara dijo...

De brumar:

1. tr. Agobiar con un peso grave.
2. tr. agobiar (‖ preocupar gravemente). La responsabilidad lo abruma.
3. tr. Producir tedio o hastío.
4. tr. Producir asombro o admiración.

Obviamente, me refería a la cuarta acepción: ASOMBRO


Aburrirme me aburre Jordi Nosequé de la noria con los breves de gran hermano

Carlos Paredes Leví dijo...

ahora sí que me quedó claro

Sibyla dijo...

IChiara, tú sí que me abrumas con tu buen hacer literario...

Como dice Leví, esto es ya un lugar de culto al que acudir!
Al leer la calle Velázquez, recordé que ahí en Sevilla, está la casa que perteneció al pintor Velázquez, que creo que la ocupan Victorio y Luchino, no entiendo cómo no se ha habilitado como museo de este gran pintor.¿Sabes algo?...

Besotes, nos queda un día pa la rutina del tajo:)

Isabel chiara dijo...

Cómo se pudo pensar que me aburre Leví?

De hecho, ya que no contamos con el aliciente económico que nos permitiría dedicarnos a full (como diría Raquelle) a darle al teclado, tenemos el aliciente de lectores que se conmueven con lo que creamos. Vitaminas para el coco.

Siby, me remito a lo dicho. Es un placer tener amigos así, como vosotros, y la admiración es mutua como sabéis.

En cuanto a la casa de Velázquez, efectivamente y aunque no deje de ser un tanto demencial, es propiedad de los Luchinos. Bueno no sé si propiedad, cedida o qué, pero lo cierto es que así son las cosas que pasan en esta tierra. Supongo que algún día y espero que no muy lejano, se hará lo que se debe, y es habilitar la casa de Velázquez como museo y lugar de culto a su obra.

Pensando en esto me he acordado de la revista Hermano Lobo y su viñeta fetiche allá por los setenta:

- "¿Para cuando volverá la democracia a España?
- Auuuuuuuuuuuhhhhhhh!


Un besote y gracias, quedan poquitas horas.

Carlos Paredes Leví dijo...

Yo no pienso, luego existe.
Estaba bromeando....

Makiavelo dijo...

Con “A la deriva” recupero sensaciones que permanecen presentes en los recuerdos y que son difíciles de olvidar.

Con “Alondra en vuelo” visualizo el momento fugaz compartido donde el buen servicio prestado reclama su recompensa.

Muy buenos.

Y qué decir de la casa de Velázquez, en poder de los Lukinos, podrían convertirla en casa museo.
"Pa disfrute der pueblo llano and churumbeles Incorporated".

Besos.

Raquel Barbieri dijo...

A la deriva me hace imaginar una mujer que hace tiempo que lleva el pelo igual, que no se pone crema en la cara, que estando sí limpia, no se esmera en su arreglo personal porque ha vivido pendiente del cáncer de su amado.

Ella está ahora desandando sus pasos, como tú dijiste "haciendo el recorrido inverso". Las horas antes llenas de cuidados, ahora son horas libres... y tiene que volver a una casa vacía, reconvertirla en hogar... o irse y empezar su nueva etapa en otro lado, para volver a tener la oportunidad de florecer.

(Alondra en vuelo... es para la Beverly)

Muchos besos y adhiero a los elogios que emitieron nuestros compañeros, Isabella:)

Isabel chiara dijo...

Maki, la pérdida y la búsqueda son dos sensaciones muy jodidas, muy tristes, porque te ponen en una situación de indefensión. Ando fuera de tiesto y no sé qué más decir.

Saludos

Raquel, deberé cortar no sólo greñas, también parte del craneo, a ver si me sale la flamenca que llevo dentro.

La alondra la escribí pensando en Beverly, of course, volando y capturando, jajaja

Besos dobles

Eva dijo...

Dos instantes que se hunden en uno con tu buen hacer literario. Cada día me gusta más tu blog, tu manera de contar y tu forma de ser.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Isabel,

Sé que mi hermana me difama y no hace más que contar que bailo en el caño la pole-dance, como si no fuera ésta una profesión igual a la de enfermera o médica. Ellas curan el cuerpo herido... yo ayudo a despertar cuerpos dormidos. La filantropía es lo mío también.

Gracias por la alondra,
un abrazo,

¡y Renata es mía, no de ella, coño!

Beverly Barber

Isabel chiara dijo...

Eva, qué bien, esta noche no me acuesto, me lío y me lío a ver si sale algo canalla. Pasé por tu casa y leí la maravilla que tienes publicada (iba mal de tiempo, pa variar y dejé mis impresiones para hoy. Ahora te veo.

Besosssssssssssssssss


Bever, querida, yo te comprendo. Tu hermana no sabe lo dura que es la profesión de la barra. To el día refregándose... Pero ella no comprende la satisfacción de la buena obra, la caridad del cuerpo, la gloria de la entrega. Recuerdo el último espectáculo representado por tu colega Jennifer Carmen, en la Love Fundation, y aún se me llenan los ojos de lágrimas. Qué entrega, qué poderío, qué santa la Jenni... Y el público masculino... qué receptivo, pidiendo más, abriendo sus corazones, todos curados del espanto que llevaban al lado (incluida yo, que era la de al lado de mi moreno).

Me alegra haber aclarado conceptos. Lo de la alondra me vino recordando a la Jenni.

Lo de Renata ya no me pega tanto, no te veo yo... pero si tú lo dices.

Besos a trío y vuelve a conversar

Gi dijo...

Dos instantes intensos. Imposible no sentir, leyéndolos.
Gracias!

Isabel chiara dijo...

Sí Luz, están escritos en diferentes épocas y contextos pero parecían condenados a entenderse -y extenderse- cuando los revisaba.

Un abrazo