sábado, 10 de mayo de 2008

LUGARES COMUNES -impresiones de una mujer-

Heathcliff se apoyaba en un viejo fresno con el pelo húmedo, rugiendo de dolor por la muerte de Catalina cuando sonó el teléfono. Era Lucía, indecisa, nerviosa ante la perspectiva de una negativa por mi parte.

- Vilma, soy yo, Lucía… Tengo un problema...
- Qué ocurre ¿estás bien?
- Bueno, sabés que vengo aturdida de un tiempo acá, por él, los miedos... Le siento distante y no sé. Me gusta mucho…, es una pavada a mis años, fijate, y ahora me arrugo...
- Párate, párate... ¿qué ha pasado?
- Llevo varios días a full, como loca, che, no quería verlo, por los miedos, pero...
- Lucía... ¿Qué?
- Que llamó, y cenamos luego... con un amigo.
- ¿Y?
- Aflojá, aflojá…,que el pibe no es un boludo y vos sos una diosa… Dame bola por favor.
- Está bien.
- Paso a las nueve.

El apartamento de Fortunato en Ángel Gallardo, al lado de Parque Centenario, traslucía la personalidad de su ocupante: amplias miras y una nutrida biblioteca que hacía las delicias del amigo cuando Lucía y yo llegamos pasadas las nueve y media. Fortunato se esmeraba en la cocina, y Lucía corrió hacia él mientras a mí me dejaba sola frente al desconocido.

Iba muy bien vestido: jeans, camisa blanca y una impecable chaqueta de lino azul. Yo había recurrido al negro habitual: suéter y pantalón holgado. Por adorno, un medallón de plata con la piedra del sol. Una extravagancia dado mi laconismo estético.

Me presenté y hablamos de mi origen español intercambiando lugares comunes y referencias literarias que convergían en Lisboa y el caballero diseminado. Embargados por la decoración que ilustraba las paredes pasó el tiempo, y el embarazo de esa cita a ciegas derivó en una complicidad que agradecimos cuando Fortunato y Lucía avisaron para la cena.

Conversamos de lo humano y lo divino con la Heroica de Beethoven susurrando cadencias que aprovechábamos para acompasar con risas y muecas, los gestos supremos de la vida. Comimos y bebimos en abundancia, nos prodigamos en palabras de ida y vuelta, y nos despedimos con una cita para compartir una tarde en la librería Ghandi de Corrientes.

Cuando llegué a casa, pasadas las cuatro y media, Heathcliff seguía apoyado en un viejo fresno con el pelo húmedo, rugiendo de dolor por la muerte de Catalina.


PD: Esta es una cara de la misma moneda. La otra, la del amigo de Fortunato, está relatada en el blog de mi amigo Carlos Leví

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada Isabel; yo mismo no habría podido expresarlo mejor....
Un saludo.

Anónimo dijo...

Que bueno!!!!!!

Eva dijo...

El pobre Heathcliff en su cárcel de papel no hallará jamás consuelo. Los planes, los encuentros quedan para los personajes de carne y hueso.

Makiavelo dijo...

Un bonito experimento el de parir mellizos a distancia. Contemplo maravillado lo pronto que te hiciste con los modos argentinos, en el texto se aprecia con claridad que sigues fiel a tu estilo y no has perdido tu impronta y genialidad.

Besos.

Isabel chiara dijo...

Gracias Fortunato, Vilma estaba entusiasmada y me expuso la experiencia con una claridad meridiana.

Un abrazo

Ana María, bienvenida y gracias. Es un placer que te haya gustado. A mí también me gustan tus comentarios.

Un beso

Eva, Heathcliff era un hombre maravilloso y muy deseable (nunca me expliqué que vió en la pija de Catalina, boba y caprichosa), pero quedó penando por los siglos de los siglos.

Un beso

Maki, lo del estilo me gusta, aunque algún día me tendrás que precisar más. Los modos argentinos salieron de varias películas y aún así no sé si están conseguidos, pero bueno...

Un saludo

(si te apuntas al invento hacemos un disparate)

Sibyla dijo...

Vaya, parece que esta cita a ciegas terminó con buen regusto, y con perspectivas de continuidad...

El vestuario femenino, una elección acertadísima, el recurrente y elegante color negro nunca falla.
Para el próximo encuentro, el gris perla con blanco, podía ser una combinación de colores perfecta.

Ya nos contarás ché, qué tal es el pibe!

IChiara, veo que se te da bien adoptar identidades supuestas...

Besos, maestra, al alimón con Paredes:)

Isabel chiara dijo...

Sibyl daré instrucciones a Vilma acerca del gris perla y el blanco. Acerca del Pibe no sé mucho más de lo que ella contó (es muy discreta Vilma) sólo que la charla fue educada al principio, amena en los intermedios, divertida en el ecuador...

De pequeña quise ser monja (de muy, muy pequeña), después pintora, cantante, científica, amante (como la chaterlay), perranauta (como laika), azafata, capitán de barco, Madame Curie... Y ya ves que al final quedé para ficcionar las vida de otros (eso sí, gente con enjundia, no cualquier cosa). Me gusta pensar en gente que no soy yo (aunque la elección del negro como ÜNICO color, como uniforme me corresponde por derecho propio).

Besitos

Pd: Ha quedado bien ¿verdad? Con Carlos es un gusto.

Monica dijo...

Me gustó muchísimo este cuento espejo, las dos caras de la moneda, por suerte estos dos personajes se maravillaron uno con el otro, a veces poder escuchar las dos voces no tiene el mismo ritmo.
Pero creo que este cuentico va a seguir, mi querida Isa, la prosa muy buena pero tanta dulzura....mmmmmm....no se...estoy esperando... igual que Heatcliff, con ideas más borrascosas.
Besos.

Isabel chiara dijo...

Has vuelto Mónica ¿tus vacaciones bien? ¿y la barrigona?

No es fácil encontrar sintonía con otros, sobre todo cuando a uno le preparan la encerrona de una cita a ciegas. Yo no he pasado por esa experiencia, y era difícil relatar la experiencia de Vilma; hablamos de una mujer adulta y muy sensata, amante de la buena conversación y nada pretenciosa. Quise contar un encuentro pacífico, sin las estridencias que supongo se dan en estos casos de patéticos simulacros de lo que uno no es. Pero me temo que os hubiera gustado una picardía que no me sale si no es con un tono de humor, o con un punto de tragedia y no era el caso.

Soy muy sosa, y mis hormonas se toman ultimamente demasiadas vacaciones, jajaja.

No obstante, preguntaré a Vilma que es más joven y seguro que tiene mucho que contar. Además, su partenaire lo ha hecho estupendamente bien, le ha dado un toque muy emocionante.

Qué picarones que sois.

Un besote guapa

Juan Pablo dijo...

Muy bien! vengo recomendado por su socio (y mío) Leví, y veo que no se ha equivocado en ésta elección. Bien relatado, señora.
Espero una eventual continuación de esta historia.
Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Nuestro común amigo me habló de esa mina...Me parece que voy a tener que darme una vuelta por aquella orilla...¿sábe si Vilma tiene alguna hermana en Baires o en España?

Saludos

PD: escribe usted muy bien (y se lo digo yo que me licencié en Literatura Comparada). Vengo leyendo sus textos desde hace un tiempo, y cada vez me enganchan más.

Isabel chiara dijo...

Hola Juan Pablo, gracias por tu visita. Sé que juegas al ajedrez... ya te pediré consejo acerca de la Inmortal (más bien que me aclares una dudilla que tengo, si es posible).

He pasado a menudo por tu casa y si luego mis lineas no andan jodidas me colaré.

Un saludo


Yair, Vilma es hija única y gran amante de la literatura, así que puede intentar un encuentro con ella. Eso sí, no habrá más remedio que cruzar el charco. Sería curiosa una confrontación entre el amigo de Fortunato y Ud (tenga cuidado que los escritores son muy astutos).

Gracias por sus elogios.

Un saludo

Anónimo dijo...

Isabel Chiara:
Si una mujer así me dice "ven", lo dejo todo....

La Pecas dijo...

Pasé por casa de Carlos y acepte su invitacion de pasar por la tuya y degustar esta otra cara de la moneda de la historia del encuentro... Versiones iguales contadas desde dos enfoques, muy interesante. La version femenina como no podia ser de otro modo es mas detallista, mas saboreada, mas nuestra.
Saludos. Como siempre, es un placer pasar por aqui y leer una tan cuidada narrativa.

Isabel chiara dijo...

Sr Bensusan, eso suena a bolero, o a tango. Cruce a la otra orilla y pruebe.

Saludos

Pecas, gracias, el experimento ha sido curioso e interesante.

Un beso

Raquel Barbieri dijo...

Querida Isabella,

Me gustó tanto que tú y Carlos escribieran sobre el mismo episodio, además, me morí al ver cómo te despachaste con el lenguaje porteño... te felicito. Cómo ambos le dieron a la historia el color de su propio estilo.

Me gusta la indumentaria mencionada, la Heroica de Beethoven, el barrio de Parque Centenario (un día de estos, os voy a tomar unas fotos de la zona, si queréis, claro).

Te felicito y pido que volváis a repetir el fenómeno de escribir La pasión según Leví y La pasión según Chiara.
Yo pido, vosotros diréis si soy una abusiva.

Muchos besos:)

Sibyla dijo...

Querida Ichiara, quería decirte que tengo colocada, como fondo de pantalla tu Arca de Noé.

Queda preciosa, y siempre que enciendo el ordenador, me acuerdo de tí.

Quería que lo supieras.

Un besote!!!!!!!!!!
:)

Isabel chiara dijo...

Raquel, claro que quiero las fotos, así veo por donde anda Vilma cuando se escaquea por las noches (jejeje). Ha sido una experiencia interesante, curiosa, aunque te confieso que al principio me dio un poco de cosa porque no sabía qué escribir ni cómo, en qué tono, pero ambos quedaron muy bien.

El modo argentino salió de películas, como no podía ser menos. Ya veremos si hay segunda entrega.

Besote a duo y cuídate mucho

Siby, muchas gracias, eres un encanto. Ya te enviaré la otra.

Besote para todos

unServidor dijo...

Mirá vos, che... ¿Estás segura de no ser argentina?
;D

Un beso

Isabel chiara dijo...

Servi, me pasa algo raro por las noches. A veces ne despierto a las tres de la madrugada hablando inglés a la perfección; otras, me ocurre lo mismo con el coreano, el chino, y hasta el argentino, mirá vos. Por la mañana, ni puñetera idea, el andaluz, un pelín italiano y otro pelín francés. Creés que necesito terapia?

Un beso