domingo, 27 de enero de 2008

Desahogada


- Escucha ésto Andrés: “Adscrito a la estética de las nuevas vanguardias, y máximo exponente del Ars Poética Modern, Nacho Hitchfild presentó su último trabajo, Architectural Puppets, como artista invitado en la inauguración de Working Art, un centro de arte pionero en España. La galerista Susana Serrano, formada en la Escuela NABA de Milán y la Royal College of Art Kensington Gore de Londres, es la artífice de Working Art, un espacio diseñado por Andrés Campano y que ha partido del respeto a la configuración actual de la trama urbana; un espacio de superficies blandas que generan vacíos consecuentes con la topografía del entorno creando cierto aire escénico. Working Art es un espacio público con guiños quijotescos como ingenua metáfora de la folie; un fiel reflejo de la free expressions, y pionero en nuestro país por conjugar en un mismo área de trabajo tradición con modernidad, arte y manufactura, esteticismo y populismo...”

- Coño, si aquello no daba para más... ¿Y todo eso lo he hecho yo? Y pensar que me volvía loco con la asignatura de proyectos, y al final uno pilla de aquí y de allá y compone metáforas y todo...

Andrés, emocionado por la descripción que hacían de su trabajo en la prestigiosa  revista "Temperamento Manifiesto", y ampliamente satisfecho de la mujer que tenía sentada enfrente rodeada de periódicos y revistas de arte, se acercó a su amada y apretó su turgencia contra el brazo de ella haciéndole notar que el gusto por el éxito del arte, o el arte del éxito –erraba a menudo en semejantes precisiones- era compartido.

Susi se quedó petrificada. Era la primera vez desde que volvió de Londres que su Andrés la asediaba sexualmente y, en contra de todos sus principios, le gustaba. Después de todo, Andrés era un esposo eficiente: supo mantenerse a la altura cuando ella marchó precipitada a consolar a su amiga; contuvo su hombría en los momentos de esterilidad emocional de su esposa; y hasta diseñó la caracola de blanco nácar que una noche soñó entre susurros de violines. Apretó los dientes y descargó la rabia de su orgullo con un sonoro “te voy a comé enterito”, y se giró para recibir el pichón que Andrés amorosamente le ofrecía.

El muchacho cerraba los ojos abandonándose a la coreografía que Susi improvisaba; acompañándola a destiempo a ratos, adaptando el ritmo otras, mientras mesaba sus cabellos y esquivaba el rayo de luz que, insistente, incidía directamente en sus pupilas, abriendo una expectante y urgente vía de salida que le desarmó por un instante, tiempo suficiente para que Susi, incorporada y hambrienta, se despojara de sus atávicas vestiduras, vestal inconclusa, y tirara de él rumbo a una explosiva exhibición de posturas y jadeos y pringues que dejaron al muchacho con la boca abierta y los genitales descarnados.

12 comentarios:

Makiavelo dijo...

¡OJÚ QUÉ CALÓ !

Esto ya son palabras mayores, vas a tener que poner unos rombos junto al post.

La Susi de mojigata tiene poco. Aquí, vamos a entrar de puntillas para leer, porque como nos vea la Susi no deja títere con cabeza.

Besos y acuéstala pronto.

Carlos Paredes Leví dijo...

Se echaba de menos una dosis de sexo. Parece un ejemplo de "er�tica de triunfo". Un �xito desencadena reacciones libidinosas. A lo mejor est� emparentado con la llamada "er�tica del poder" (preguntar a Carla Bruni).
Saludos.

Isabel chiara dijo...

No exageres Makiavelo que me he portado... Intenté hacer una cosa muy erótica pero tengo tendencia a los excesos y me salió una salvajada. Y aunque Susi es mujer bien curtida, el pobre de Andrés no está aún preparado, necesitan tiempo, él y su pichón.

Un beso

Isabel chiara dijo...

No hay nada como una sobredosis de vanidad, Carlos. El éxito te convierte en poderoso, y el poder en un primate, con poder, de lo cual resulta una ecuación harto peligrosa.

La Bruni sabe escoger bien a sus monos; y ellos, pobres estúpidos, corren babeando tras la apetitosa.

Así es la vida, mientras unos juntamos las pesetas para proporcionarnos placeres sencillos; otros las tiran para echarse al monte como cabras en celo.

Un saludo

Sibyla dijo...

Ichiara, si no quieres poner los rombos, como dice nuestro amigo Maki, pon en la cabecera del post:
"No apto para menores de 18 años" (jajaja), o "La lectura de este post puede herir la sensibilidad" (jajaja)

Me ha encantado, y además te has portado, has sido muy comedida.
Raquel con el Dr Perpucius y tú con el pichón de Andresito, esto se está poniendo al rojo vivooooo!

Hay que recordar que la Susi y su mario, todavía están en luna de miel...

Besazos guapa!

Monica dijo...

Joder !!!que me dejaste pasmada...esta Susi, habrá aprendido esas cosas con Joao,mmmmm,mamacita...ahora si que esta historia se está poniendo buena, tantas maldades, tanta majadería...sonrie Andrés que bien te lo mereces...
Besotes maja

Raquel Barbieri dijo...

Dios mío...

¡Qué buena escena! ¡Grande Susi!

Para mí, tu "salvajada" es fina. No deja de ser algo que sucede entre dos personas apasionadas que se desean.

Como dijo Sibyla, esto está incandescente. De más está mencionar cómo se puso el Dr. Prepucius al leer este capítulo... (ahora tengo que hacerme cargo de habérselo hecho leer).

Besos, Isabel:)

Isabel chiara dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Isabel chiara dijo...

Sibyla, me porté (o me portaron..., mi novio me riñe cuando deslenguo la lengua). Pero esto no es nada comparado con lo que nuestra amiga raquel nos está dando: prepucius y bernabé, que me temo tendrá un arranque espectacular.

Un beso


Mónica, Andrés necesitaba una dosis de sexo del bueno y mi Susi está bien enseñadita. Joao viene de Cabo Verde, y su padre, hechicero de una tribu preparaba pócimas para potenciar la virilidad masculina. A su hijo, como es de esperar, le proporcionaba las dosis xxl, y el niño creció sano y fuerte. Ésto en cuanto a la materia prima; la conducta adquirida (prepucius me está exorcisando) es producto de su crianza en Lisboa, en los bajos de un burdel del barrio del Intendente. Pero ésta es otra historia de la que más adelante hablaré.

Besos cachondos.


Raquel, me alegro un montón que prepucius se pusiera contento (eso te da a ti más cancha para martirizarlo y de camino ampliar las visitas -no ya la manicura, también la pedicura y unos masajes vietnamitas y, por qué no, un fin de semana a tutiplén en Roma, por ejemplo-).

Lo que no sé es cómo reaccionará a partir de ahora Andresito con tanta versatilidad sexual de la niña.

Un besote

Makiavelo dijo...

Acabo de visitar el blog de una compañera de la otra punta de la península y te deja mudo, el tuyo ahora sabe a mermelada.

A muchos allí le tiembla el pulso.

Besos.

Eva dijo...

Eso que suba la temperatura. Me encanta eso de que te asedie sexualmente el marido, sino vamos apañadas. Un buena manifestación de la erótica del poder, que aunque parezca que está en decadencia es el mejor afrodisíaco que existe.

Buena narración del momento en cuestión...

Besos.

Isabel chiara dijo...

Supongo, Makiavelo, que cada uno disfruta del sexo a su buen juicio y su mayor placer. Yo soy muy comedida con las descripciones porque no quiero que mi fuente informativa me cierre el grifo, jajaja.

Los relatos eróticos por internet tienen una cosa de bueno, y es que se pueden tener libres las dos manos (a menos de que sea demasiado largo).

Besos

Eva, el marido era muy pasivo y alguna vez tenía que reclamar los favores de la niña. Y qué mejor momento que la lectura de ella acerca de la magnitud de su primer trabajo. Ahí no se pudo resistir.

Hace unos días releía La Habana para un infante difunto, la primera parte en Zulueta y el despertar al sexo. Y coincido con Cabrera Infante en que no hay más placer ni calentura que la producida por la visión de uno mismo durante el acto. La erótica del poder.

Un beso