domingo, 9 de diciembre de 2007

El secreto

Fragmento de una carta fechada el 29 de noviembre de 2007, una semana después de la boda, dirigida a Isabel Chiara y firmada por Leonor Serrano, madre de Susi. He considerado interesante publicarla porque dibuja el perfil de una madre y esposa rota por su propia vida y por lo que intuye será una continuación en la de su hija. Los últimos fragmentos, relativos a la cura de tantos sinsabores serán publicados en breve.
Mi querida Isabel,

He asistido a los acontecimientos que han acaecido sobre mi propia familia sumisa y callada, como tú ya sabes. Miro hacia atrás y queda tan lejos esa mujer en ciernes, la muchacha soñadora que huía como de la peste de los embrutecidos que la llamaban potranca, y quedó prendada del primero que dijo señorita, su gary cooper ahora y siempre en los cielos.

He vuelto a fumar, para relajarme, porque quiero encontrar de nuevo mi sitio, volver a aquellos días de juegos y cine al aire libre, de héroes y besos a la luz de la luna cuando aún soñaba, pero de verdad. Y olvidar este nuevo orden, dividido, bien parceladito, estandarizado, puro aburrimiento. Nada de rompecabezas, cada pieza en su sitio, una partida en tablas, y yo reina y reinona. Me pido la blanca para soñar (hacia atrás, la aventura, la pasión, el dolor, la vida); la otra, pura mascarada, impuesta a golpe de rutina. Cincuenta y dos años, uno tras otro desdoblándome, alimentando esta cruel y tediosa enfermedad llamada desolación.

Si, cincuenta y dos años de doña, esposa, madre, tía, hija, y doña siempre, que para eso acepté el papelito que habría de convertirme en lo que soy. Al fin y al cabo, ése es el juego ¿no? el misterioso y alentador destino no existe. Vamos en la dirección que elegimos, así que nada de quejas, ni reproches porque al final encuentras lo que con esmero has buscado. Y sin mapas, ésa es la ironía. Si al menos te dieran unas clases previas: aquí, a la izquierda de la península ibérica Portugal, país con nosecuantos habitantes, capital Lisboa, pero cuidado que puedes encontrar a tu Joao y.... se jodió la cosa ¿Entiendes qué quiero decir? Nada te orienta y menos aún la manida educación familiar, aquella del buen camino, las cosas serias bien hechas, todo a su tiempo y a su hora, y al final de tanto bienestar tú vas y les haces caso, y sigues el camino correcto en lugar de tirar al monte y perderte entre los matorrales y tantos caminos y buscarte la vida y dormir a cielo raso, y enterarte de algo, coño, un mundo de sensaciones en la piel. Eso es lo que a mí me falta, un poquito de estremecimiento, un lingotazo de alcohol puro de quemar.

Porque ahí adentro no hay nada, en ese espacio entre las costillas. Todo en mi cabeza, ya sabes, correctamente parceladito. Una urbanización de adosados, adosados, adosados.... Y ahora el vértigo, el latigazo sin más. Ahí va eso, te lo tragas si puedes. Y mi garganta, pura finura, oquedad acostumbrada a manjares diminutos, variados, exquisitos pero frugales no consigue abrirse, dilatarse lo suficiente para engullir semejante festín. Estoy ejercitándola, acostumbrándola primero con el paladar. Estoy en el zaguán, ese lugar incierto, antesala del misterio que tantas promesas habita. Ahí saboreo el alimento prohibido de puro gustoso, excesivo e hipercalórico. Olvido las dietas y me lanzo hambrienta a oler esta maravilla que engorda mi alma. Paso la lengua por encima y por debajo, lamiendo sin descanso de tanto placer. Chupo, succiono y mastico despacito pequeños trozos de cielo. Aunque la puerta aún sigue cerrada, deberé insistir y tragar y tragar...

15 comentarios:

Carlos Paredes Leví dijo...

Todos queremos la libertad pero pocos nos atrevemos a pagar el precio. Preferimos quedarnos protegidos en mezquinas seguridades y quejarnos, mientras cada noche pensamos en lo que pudo haber sido y no fue ni ser�.
Puro teatro, porque como no venga un suceso radical y trascendente, no daremos ning�n paso.

Isabel chiara dijo...

Leonor es muy lista Carlos, por eso me reservo la segunda parte de la carta donde desvela que su vida no es tan triste como la cuenta. Pero esa parte prefiero contarla a mi manera. Ésta es de las de 600 euros de calderilla para diario y lágrimas porque es el precio que tienen que pagar. Menuda espabilá.

Un saludo

Makiavelo dijo...

Pobre Leonor Serrano, que hambre arrastra la buena señora. Necesita un noviete chelerón, que la saque a bailar los domingos por la tarde. Lo puede encontrar de saldo en internet.

Saludos.

Monica dijo...

Ayyyyyyyy siiii no hay nada como sacarse el corset de la ideas inservibles, siempre estamos a tiempo..ahí debemos elegir entre una pequeña tostadita con caviar y una bellísima torilla, jugosa y llena de chorizo, cuyo jugo se escurre por la pera.
Lo importante es despertar y creo que Leonor lo ha hecho y a correr por el bosque buscando faunos, si señor.
Besos

Monica dijo...

Perdón tortilla
Más besos

Isabel chiara dijo...

Makiavelo, a Leonor le pasa lo que a muchas a su edad, que tanto guardá la línea pa na, y con las joyas puestas no se tienen sobresaltos, a lo sumo un poco más de peso, así que ha decidido dejar la dieta y zamparse unas buenas libras de carne. Porque ella lo vale, jajaja.

Un beso

Isabel chiara dijo...

Di que sí, Mónica, para donde va a terminar... (igual que el resto), que deje de hacerse la tonta y la modosita, y nos explique en qué emplea su tiempo libre, que tiene mucho. En el fondo la Susi tiene a quien salir entre una y el otro.
Qué rica la tortila con chorizo y juguito.

Besos abelita

Eva dijo...

Supongo que Leonor es una víctima de las circunstancias de la vida que le ha tocado, que son como esos toros que nos envisten por sopresa, sin capote con el que defendernos, como esas balas disparadas a traición que nos encuentran sin chaleco antibalas. Pero creo (o quiero creer) que el deseo de sobrevivir y de cambiar siempre es más fuerte que la propia desgracia.

Me quedo con la intriga de la segunda parte de la carta.

Un beso.

Sibyla dijo...

Nunca es tarde, si la dicha es buena!!!
Así que la tal Leonor Serrano(tiene apellido de serie televisiva), creo que se va a liar la manta a la cabeza
y ¡a vivir que son dos días!.
Isabel, ya nos irás contando en qué o quién, encuentra ese "estremecimiento" que tanto busca...
Muy buena la carta!

Besazoooos.

Isabel chiara dijo...

Eva, la Gaynor es el ídolo de Leonor; es una superviviente muy lista que no ha escatimado su buena vida en aras de la felicidad personal, más bien ha sabido conciliar la abundancia de la primera con la escasez de la segunda a la que ha añadido la guinda. I will survive es su canción favorita.

Besos

Isabel chiara dijo...

Dicen, Sibyla, que su dulzura atrae hipnotizados a los abejorros. Ella es una mujer muy bella, y además muy bien compuesta, así que no le faltarán achuchones ni estremecimientos.

Besote teledirigido

unServidor dijo...

¡qué abundancia de sensaciones sabés transmitir, Isa, sin necesidad de datar hechos concretos! ¡cuántos "porqué" generás y se aglutinan sin respuesta...

Algunos comentarios me recuerdan a Silvio:
"Eva sale a cazar en celo
Eva sale a buscar semilla
Eva sale y remonta vuelo
Eva deja de ser costilla".

PD: Y no hablo de Eva la comentarista, claro...

Leuma dijo...

Preciosa, profunda y desoladora carta, hay muchas mujeres como ellas encerradas en su propio destino. Y es que además de valentía, en la vida hace falta suerte, un beso

Isabel chiara dijo...

Mi querido Servidor, Eva solo fue costilla los primeros diez años de matrimonio. Cuando descubrió que su marido iba tras el culo de Salomé decidió echarse al monte a cazar. Y vaya si encontró semillas..., por todas partes, y dispuestas a colocarse en zonas húmedas (para crecer, claro).

Un besote

Isabel chiara dijo...

Sí Leuma, la manida suerte que no siempre se tiene a mano y que no parece abundar. Pero ella lo cambia a su manera, aunque también lo disculpa.

Un beso