viernes, 6 de junio de 2008

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS...

Comprendo su turbación, padre, hasta Dios se enredaría por entre el follaje de ese macizo en flor. La he visto, y juro por todos los clavos del Santísimo Cristo que la paloma no se equivocó, y usted me temo que tampoco.

Usted no sabe, Isabel. Todavía. Cuando termine mi relato comprenderá de la negación del ser y del demonio que nos ronda en cada esquina corroyendo los principios inculcados con la fruta madura de sus encantos. Juanita era el diablo, pero ella no lo sabía.

Pues bien, cuando el percance de Juanita en el lago ya se imaginará mi vergüenza, no sabía cómo borrar la pista de mi debilidad… con unos pantalones de tergal de la época de color crudo y los dos loros sacudiéndose el agua con movimientos espasmódicos. Padre José, no sabe lo que se pierde… el agua está cristalina… es un milagro del cielo, tan fresca –gritaban las arpías sin quitarme un ojo de encima. Yo, replegado sobre mí, les seguía el juego pidiéndole a la Señora que me asistiera en el amargo trance; después de todo, ella, aunque mujer, también era madre y comprendería mi falta, más cándida que lujuriosa. A todo esto, se oyeron voces que provenían del arrabal tras las palmas y las dos tipas se giraron, momento que yo aproveché para correr al agua y zambullirme vestido en la laguna.

Ese fue mi bautismo de fuego. El otro, como comprenderá, se produjo en condiciones más inocentes, pero esa es otra historia. A partir de ese momento empecé a rondar la idea de que nos habíamos precipitado con nuestras apreciaciones y los trinitarios necesitaban de nuestra ayuda para encauzar el poderío de tanta naturaleza desbordada. Y hubo consenso. El aroma del cacao y las hechuras de los mangos y platanares se habían enquistado en los huesos de la comisión misionera.

Comenzamos el trabajo, cada uno a lo suyo y yo a lo de Dios: visitamos a las familias, organizamos reuniones y peregrinaciones al santuario de Nuestra Señora de la Trinidad, trazamos mapas de la evangelización, concertamos citas con los jóvenes, hasta un coro se fundó con las voces más prodigiosas de esa comunidad obediente y sumisa que asentía con un ajuaa a cada una de las proposiciones que teníamos a bien ofertar.

No volví a verla, a Juanita, durante las cinco semanas siguientes. Llegué a pensar que todo había sido una alucinación, o un mandato divino: la orden de una instancia superior con más ojos que los nuestros, pobres mortales. Sacaba mi biblia por las noches y rezaba con ella en el regazo dando gracias a Dios por la revelación. Me sentía pleno, en gracia, sin más mácula que la diluida en las aguas de la laguna de Montebello aquella mañana febril. Hasta que apareció, esplendorosa, caliente, brillante como un huevo de pascua en la cantina de Raulito.

Ay, wey, Juanita…, pero qué morocha que vienes… -anunció el mulato nada más verla entrar. Padrenuestro que estás en los cielos, ay, mi madre, santificado sea tu nombre, Dios mío, no, otra prueba no... Yo rezaba intentando desviar los calambres que me subían por las piernas hacia el cerebro, y los muy puñeteros insistían en quedarse ahí, en el mismito centro de gravedad pulsando la hombría que se me revelaba indómita, cual fiera desbocada a punto de desbrozar los botones del jean de tergal. Ya sabe, el tejido estrella en la España franquista.

A mi lado, sentadas en una mesa, tomaban sirope de limón Consuelo y Marieta, dos vecinas del pueblo muy cristianas y dispuestas.

- Pero mira quién apareció, si es la doñita Juana… Túpale chamaca.
- ¡Ya chole! Chíngala a tu madre…

Qué lengua, madrecita, qué descaro de mujer ahogada como si nada en esos metritos de tela que se las apañaba en apuntalar la grupa más gloriosa que yo haya visto jamás.

- Ahí muere, Juanita, ándale pues que tenemos compañía. Ahí el padrecito es chachalaca, y te puede nomás enseñar modales…
-
Consuelo seguía cascando la moral de la hembra. Yo me empiné la tequila directamente de la botella para darme valor. Juanita seguía apoyada en la barra cuando me acerqué.

- Buenas señora, mi nombre es José, discúlpelas, son buenas chicas.
- Lo vi en la ribera, todo ojos.
- Soy sacerdote español…
- Ya.
- Nos reunimos en la finca del Palmito…
- ¿Cuándo nos vemos?

Nos citamos en la ribera, a las tres de la tarde del día siguiente… para platicar, me dijo. Pasé el resto de la noche enredado por entre las páginas del misal de mi difunta madre, clamando al cielo el juicio anticipado que me llevaría ante la presencia de Dios. Todo era silencio. Nadie vino en mi ayuda; nadie, excepto Juanita surgiendo de las aguas como una virgen primigenia.

El lago reflejaba el calor de sus aguas en una bruma baja que difuminaba el contorno del horizonte. Juanita nadaba desnuda. Me hizo una seña y acudí. Apenas sumergido con el agua por la cintura comencé a despojarme de mi traje de clérigo hasta quedar descarnado, escaso de cobijo, como un salvaje hambriento, lujurioso. Me acerqué a ella y rocé su cuerpo bruno, balanceándonos ambos en la tibieza del estanque. Las prominencias erizadas imprimían en mi piel paisajes inexplorados. Y ahogado en esa arquitectura tropical, encendido, derrapé, de nuevo, en temprano derrame.

CONTINUARÁ


21 comentarios:

Carlos Paredes Leví dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos Paredes Leví dijo...

Extraordinaria narración, Maestra ¡¡.
La verdad, es que una erección no tiene ética, ni tergal se le resista...
Un saludo.

Isabel chiara dijo...

Carlos, ir contra la naturaleza en La Trinitaria es un pecado capital. La contención del cuerpo con fibra sintética de poliéster es una perversión.

Saludos

Makiavelo dijo...

Esta muchachita parece la Marilyn del lago. Ya veremos que hace cuando despierte el monstruo.

¿Maestra, cuando inaugura la academia de las letras?

Besos.

Anónimo dijo...

Me extraña no haber encontrado novelas suyas en las librerías.

Un cordial saludo

Sibyla dijo...

Veo que la ardiente chamaquita de nombre Juanita, sigue levantando ampollas (por no decir otra cosa) en la piel del pobre Padre José! (jajaja)

Tal vez al atormentado cura, le iría mejor si usara pantalones de fibra elástica...

Me parece que le queda por pasar un bautismo de llamas mayores...

Mañana a la rutina, y el martes empiezo con la reforma integral de cocina y terracilla. Creo que me esperan que pasar más fiebres que al padre José!

Besotes y disfruta de lo que queda del domingo:)

NoSurrender dijo...

interesante Juanita, sí. Miraré en los lagos...

Isabel chiara dijo...

Makiavelo, el mosntruo despertó, pero nos ha salido torpe... tanto estudio de las Sagradas Escrituras y no sabía de las peritas dulces...

Yo inauguraría La Loca Academia de los Majaras, con su Calamar de Presidente Honorario, jajaja.

Besitos

Sr Archevolti, pero podría encontrar exquisitas recetas de pasta, pescaditos al horno pa chuparse los dedos, sushi a la manera isabellina, y un montón de platos más. Lástima que ni restaurante, ni libros, sólo estos intentos de comunicar lo que mi alma atormentada de majara cuarentona (y sin academia) tiene a bien iluminar.

Es Usted siempre tan amable que me acuesto pensando en positivo.

Un beso.

Siby, en qué fregao te vas a meter... Yo terminé mi marujeo hace poco y entre eso y la bici empiezo a tener alucinaciones, como la del padre José, a medianoche contándome sus problemas de incontinencia.

Al menos hoy no viene, tiene el chiringuito abierto hasta el amanecer. Dormiré en paz.

Un besote (tengo un vecino como Tina, cuando ve a mi gato en el tejado monta la marimorena)

Nosurrender, la verdad es que yo hubiera preferido la historia contada por Juanita, así también soñaría con lagos, y me plantearía unas vacaciones cerca de alguno, pero con un partenaire más durito, jejeje.

Un beso.

Anónimo dijo...

Yo me acuesto pensando en Lisa Edelstein...

Isabel chiara dijo...

Archevolti

La doctora de House? una buena moza. Lástima que yo, últimamente, sólo pienso en la medusa de Caravaggio, en el padre José, y en Tiresias.

Tendré que colocar una foto de Glenn Ford al lado de la crema de baba de caracol, jajaja.

Un beso

Anónimo dijo...

Sí, la misma. Tengo que reconocer que "me pone"

Un saludo.

PD: no le conté que recorté una foto de la citada en una revista y la pongo bajo mi almohada ?? Lo malo, es que el señor Leví hace lo mismo, así que ya veremos a quien ayuda el destino. Pero que se de prisa, porque sino, nos la levanta House.

Juan Pablo dijo...

Ésta debe ser la historia del nacimiento de Nessy, el mostro del lago. Pobre niña, no sabe la que le espera...

Isabel, acá tenés tu primer alumno para la academia de letras, solo avisáme! (pago en pesos)
Y, por cierto, gracias por el guiño de la paloma ;)

Besos.

Isabel chiara dijo...

Archevolti, House anda con amnesia, así que pueden ir tranquilos Ud y Leví, que la chica no tiene varón que la ronde.

Juan Pablo, ¿cómo te diste cuenta de que Juana es Nessy? Después de la aventura con el religioso quedó francamente necesitada; y las dos arpías catequistas la apodaron Nessi, de nesesitá en cordobé.

¡Ya me desvelaste el misterio!

La Academia se llamará El Chiringuito y es gratuita; sólo se aceptarán voluntades en vaso largo bien aliñados. Más que nada para entrar en contacto con las musas y musos.

Ah, primero hay que hacer un examen musical, no vaya que se nos cuelen luis migueles, bisbales y cameleros. Que esto es cosa seria.

Lo de la paloma fue una gracia a su salud.

Un beso

Leuma dijo...

Y no nos dejes caer en la tentación...
Me alegra volver por tu casa y comprobar que tus relatos van ganando, un beso

Carlos Paredes Leví dijo...

Yo me "levanto" pensando en Lisa Edelstein...

Isabel chiara dijo...

Leuma, qué alegría saber de ti. Gracias guapa, ésto no tiene importancia, sólo espero que estés bien, tranquila, feliz.

Un besote fuerte y ya sabes en qué bujío encontrarme.

Carlos, se ve que duerme bien para levantarse con pensamientos tan sugerentes. Yo normalmente me levanto pensando en lo bien que se está en la cama y lo que me gustaría dormir un montón de horas más. Soy de naturaleza marmota y sólo tras un café o dos se me ponen en marcha las neuronas. Yo desearía "levantarme" con varias gotas de channel 5, como la Marilyn, que por cierto, ayer, estaba guapísima (aunque un poco disparatada) en Con faldas y a lo loco. Ayyyyyy, si no fuera por el cine, la música, la literatura... y la tele, jajaja

Un beso

Gi dijo...

Pregunto: todos los derrames del padre José serán tempranos? Porque si es así, la Juanita le va a durar un suspiro

Isabel chiara dijo...

Jajaja, Luz, me encantó, echaba de menos la "impresión" femenina de los derrames tempranos. No quiero adelantar el desenlace que ya está escrito en un derrame cerebral que tuve anoche, pero sólo te digo que hay gente pa to.

Pero fíjate que desgracia la del párroco, pa una vez que se lo ponen a huevo, y encima un mujerón, le sale la impronta subversiva seminal, jajaja

Un besote guapa

Carlos Paredes Leví dijo...

No me haga caso; fue un farol....

Isabel chiara dijo...

Ya lo suponía, Leví. No sé por qué pero imagino la Lisa que duerme bajo su almohada.

Carlos Paredes Leví dijo...

No,Isabel, no es tan Lisa....